SOLEDADES…
Desorientado el navío zozobra. El timonel olvida el destino y navega en displicente sendero, y el alma contempla las olas, que la envuelven sin rumbo.
Las sabias manos que enarbolaron auroras cuando la noche cubría todo atisbo de luz, se sienten huérfanas de sortilegios, son cántaro vacío, el corazón comprende y deja rodar alguna lágrima empecinada en saciar su sed.
Le dicen expertos navegantes, que luego de la marejada se logra el remanso y muy, muy lejos vuelve a brillar el sol, le dicen…, que el último que desciende ante el eminente naufragio, es el amor…y el amor respetuoso de las normas resiste, aunque note que en la proa solo danza un tímido oleaje cubierto de olvido.
Acaso no supo el amor…qué el AMOR todo lo puede…
Maricarmen Menéndez García
MACARENA